domingo, 25 de mayo de 2008

Sputnik I: Un salto hacia la era satelital



Por EJ.Jiménez

En medio de la noche, los Estados Unidos celebraban el que seria el logro más importante de su historia: se convertirían en la primera nación en lanzar hacia el oscuro y extremo espacio exterior, el primer satélite artificial hecho por el hombre. En medio de la gran velada, desde el presidente, hasta los miembros más importantes del ejército, y sin duda, los científicos, celebraban con emoción, pero a la vez esperaban con ansias la mañana siguiente, en la que se realizaría el lanzamiento de aquel artefacto espacial, que sin duda daría la gloria a los Estados Unidos, mostrando su superioridad militar, no solo en el mundo, si no ahora también, en el espacio…pero cuando nadie menos lo esperaba, un hombre entro corriendo por la puerta principal, agitado e incrédulo por lo que su boca expresaría gritó: ¡los soviéticos han lanzado el Sputnik I!


Fue al otro lado de nuestro globo azul, en medio de la fría mañana del cuatro de obtubre de 1957, la Unión Soviética, dio a conocer el que seria el logro que partiría en dos la historia del siglo XX, y sin duda, cambiaria para siempre el rumbo de la humanidad. “El camarada viajero” mas conocido como Sputnik, había sido lanzado con un total y rotundo éxito, hacia la orbita de nuestro planeta Tierra, aquel primer satélite en forma de balón, no mas grande que una pelota de baloncesto, permitió que la Unión Soviética, probara el jugoso sabor del triunfo, y hasta el momento, la soberanía del espacio. A la mañana siguiente, los Estados Unidos, intento lanzar su satélite, el exploto ante las miradas atónitas de millones de espectadores, y se desplomo junto con el sueño americano de conquistar las estrellas. Esta fue la campanada que terminaría con el último raund, dándole la victoria a una Rusia conquistadora, bueno, por lo menos, hasta que los norteamericanos pisaran por primera vez la superficie de la Luna en 1969. Pero no todo el mundo celebraba a ritmo de polka, pues el Sputnik, “héroe rojo” se había convertido en la más grande pesadilla de los occidentales, que en medio de las noches despejadas, observaban como este satélite, prueba de la superioridad soviética, surcaba los cielos americanos como flecha ardiendo en llamas, pues a tal altura, el Sputnik I, solo se veía como un pequeño punto luminoso en la inmensa negrura del cosmos, viajando a miles de quilómetros por hora. Los occidentales, temían que los rusos aprovecharan esta tecnología para lanzar misiles desde el cielo, y comenzar así, una guerra nuclear sin escalas.




En medio de la noche, astrónomos aficionados, observan el paso del Sputnik I por el cielo.

Gracias a Dios la guerra fría no se “calentó”, y aquellos cohetes, diseñados con intensiones maquiavélicas, capaces de transportar dentro de si, cargas mortales, ahora se utilizaban con fines científicos, y eran cargados con satélites cada vez mas sofisticados, la era espacial había llegado para quedarse, para en un futuro muy cercano, comenzar a transmitir las señales televisivas y radiales en todas las latitudes y longitudes de nuestro planeta.

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